Entre las tumbas

De luz-wiki

por Carlos García Guerrero, Manuel Valdivia y Manuel Fernández Guasti


Hacía tiempo que estaba tomando poco. No como antaño cuando cada fin de semana o cada fiesta, lo que sucediera primero, me ponía unas jarras tremendas.

Ahora no, más bien se asemejaba a la época cuando corrí varios medio maratones y el maratón. Allá en la alameda del sur entre todos los del grupo teniamos un entrenador y ahi andábamos todas las mañanas.

De aquella época me quedó el gusto por correr y ahora lo sigo haciendo por lo menos tres veces por semana. Ya no vivo por coapa sino cerca del cerro de la estrella. Por acá hasta los perros son bravos. Hay pocas avenidas arboladas y no hay parques grandes a no ser los llamados parques industriales, de esos si hay grandes y pequeños. Por acá hay que correr entre los coches cuando la acera está rota o invadida por grava, block o algún puesto de comida.

De la falda del cerro donde vivo al panteón de San Lorenzo hay unas ocho cuadras aunque de este lado no hay entrada. Sin embargo, la gente ha hecho sus boquetes en distintas partes para poder pasar pues para ciertos recorridos se ahorra mucha distancia cruzando por el camposanto. De verlos cruzar un día me animé y con el tiempo he conformado diversas rutas para correr por las mañanas.

La que más me gusta es salir por la calle de la casa hasta topar con pared y de ahi las seis cuadras al panteón. Ingresar por uno de los boquetes y de ahi tomar la parte más empinada de subida. Así, habiendo calentado las primeras cuadras pero todavía fresco me puedo aventar la subida a buen ritmo y una vez arriba comenzar el descenso cuando las piernas ya aflojan.

De mis recorridos me he dado cuenta que el panteón es una ciudad dentro de otra. Una vez que me sentí mal le hice la parada al microbús del panteón y si como no, me llevó hasta la entrada junto con mucha otra gente que venía en el vehículo. No salen de ahi, de hecho no tienen placas pero pues el panteón tiene sus propios guardianes y la policía ahi no entra.