Victoria - semblanza

De luz-wiki

María Victoria Guasti Mirón – Semblanza

El Piemonte italiano en la segunda mitad del siglo diecinueve era una región que pasaba como botín de guerra de los franceses a los austriacos y eventualmente formó parte de la unificación italiana. Perdo Guasti (1879-1968) emigró en esas épocas difíciles de fin de siglo desde Mombaruzzo hacia el continente americano, arribó por barco al puerto de Veracruz y de allí cruzó el Itsmo de Tehuantepec por tierra hasta Salina Cruz, Oaxaca. Marcelina, la madre de Elvira Mirón (1897-1966) tenía un horno en su casa en Tehuantepec, allí, en esa incipiente panadería, se fabricaban panes tradicionales. La lengua materna de Elvira, al igual que para Pedro, no era el español, para ella su idioma familiar era el zapoteco, para él, el piemontés. La primera hija del matrimonio de Pedro y Elvira, nació en agosto de 1927 y fue bautizada con el nombre de María Clara Victoria. Quién iba a decir que esa niña sería científica de profesión y a la postre contribuiría a la investigación en química nuclear e irradiación de alimentos en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los primeros años de vida transcurrieron en Tehuantepec, en la casa de su abuela Marcelina. Compartían la morada su tía Lucha y su tía abuela Hilaria. La fortaleza de la mujer era evidente, Don Pedro mandaba en Salina Cruz donde tenía un hotel pero a escasos diez kilómetros en el barrio de Guichivere1, el matriarcado zapoteca lo dominaba todo. Victoria compartía con su prima Elvirita el pan, la leche y los juegos; amanecer en casa de la abuela era escuchar a la cotorra, ver al Ruli, el papagayo, al perrito Bobby y el chango en el árbol de plátano.

Ma. Victoria, su hermano menor y su madre llegaron a México en 1933. Salir de Tehuantepec, de su ambiente familiar y sobre todo desligarse de su abuela materna, fueron acontecimientos traumáticos. Sin embargo, tanto la abuela como su padre, consideraron que la familia tendría mejores oportunidades de desarrollo en la capital. En la Ciudad de México, Victoria asistió inicialmente a la Escuela primaria “Luis Murillo”. En ella conoció a Eva Sámano de López Mateos quien fue su maestra y con la que más tarde estableció una relación amistosa que duraría muchos años. Posteriormente fue a la secundaria número 6 y cursó el bachillerato en el Colegio Anglo Español. Corrían los años 1944-1945, el mundo terminaba una guerra fraticida que había separado familias, reestructurado las fronteras geopolíticas y había tenido un desenlace terrible con las bombas nucleares. Pedro Guasti, el padre de Victoria era un hombre inteligente que impulsó a sus hijas mujeres, particularmente Victoria, a estudiar una carrera universitaria para prosperar en la vida. Ésta actitud para la época era progresista pues recordemos a manera de ejemplo, que la mujer en México pudo votar en las elecciones hasta los años cincuenta2. Así, Victoria entró a la Escuela de Química Berzelius (hoy Universidad Ibero Americana) a estudiar la carrera de química farmacéutica bióloga. Su padre soñaba con que su hija, algún día, pusiera una perfumería que diseñara los mejores aromas para cautivar a las clases privilegiadas…. Victoria, hizo mucho más que eso. Durante la carrera universitaria se distinguió como la más aplicada de su clase. Fue compañera de Margarita Watti, Ivette Du Bernard, Marta Franco, Yolanda Cortés y otras entrañables amigas. En su generación sólo había un varón en su clase. En esos años también conoció a Socorro Chávez quien era alumna de la escuela en otra generación. Años más tarde se reencontrarían, Socorro casada con Guillermo Soberón y Victoria con Alonso Fernández, ambos rectores, el primero de la UNAM y el segundo de la UAM-I.

Ma. Victoria Guasti ha sido siempre una entusiasta y activa trabajadora. Antes de recibirse de la carrera montó un laboratorio de análisis clínicos enfrente del teatro Metropolitan con la colaboración de varias compañeras de su escuela. Se recibe de Química farmacéutica bióloga el 13 de junio de 1951 con la tesis titulada “Apendicitis crónica por presencia de quistes parasitarios” desarrollada en el Hospital General. Justo después de recibirse aceptó la responsiva de una farmacia homeopática. De manera simultánea ingresó a la farmacia de Petróleos Mexicanos en donde trabajó en la elaboración de preparaciones por prescripción. Ma. Victoria siempre ha sido una mujer hermosa, aunado a ello cuenta con habilidades sociales que la hacen encantadora. No es de sorprender que todas esas cualidades la hicieran centro de atracción para muchos jóvenes. Ma. Victoria decidió casarse con Alonso Fernández González, entonces un joven ingeniero, el 31 de octubre de 1953. La boda fue celebrada por Luis Verea, director de la Facultad de Química Berzelius. Poco después de casada la joven pareja se fue a California en los Estados Unidos ya que Alonso, su marido, estudió allá la maestría. Durante esa estancia, Victoria conoció a Cina y Larissa Lomnitz con quienes estableció una relación amistosa. En 1955 la pareja viaja a Manchester, Inglaterra donde él estudiaría el doctorado.


Ilustración 1 - Laboratorio de cristalografía, Comisión Nacional de Energía Nuclear - QFB Victoria Guasti y Dr. Alonso Fernández - circa 1967

Conocer la forma de vida y cultura de otros pueblos es muy enriquecedor y para ellos no sería la excepción. Descubrir el mundo anglo sajón, en particular el británico, les amplió sus horizontes. Para muestra baste un botón, Victoria cuenta como en los bailes en México ella esperaba sentada al lado de su madre o su hermana que se acercara un joven a pedirle bailar una pieza previo permiso de su padre. Cuan agradablemente sorprendida se sintió al ver que en Inglaterra las jóvenes, si así les parecía, se acercaban a un muchacho para bailar con él.

En el curso de esos años Ma. Victoria y Alonso procrean tres hijos, Teresita, Manuel y Alonso. Ma. Victoria hace un paréntesis en su carrera profesional para dedicarse al cuidado de sus tres hijos pequeños y apoyar la carrera científica de su esposo. Ma. Victoria regresa a México en 1957, justo el día del terremoto, a dar a luz a su tercer hijo. Viene sola pues Alonso permanece en Manchester para terminar sus estudios de doctorado. La joven pareja se reúne a principios de 1959. En 1962, Ma Victoria se reintegra con tiempo parcial a la Comisión Nacional de Energía Nuclear como química analista de procesos en el Laboratorio de Cristalografía. Entusiasmada por el hecho habla con la directora del Colegio Gordon del Pedregal para que su hijo menor, Alonso, sea aceptado aunque sólo cuenta con 4 años de edad. Así, se reaviva la trayectoria académica de Ma. Victoria Guasti.

La tensión entre la vida profesional y la vida familiar exhibe los dilemas y complicaciones que años después perviven en las mujeres y comenzamos a percibir los hombres. Los equilibrios no son fáciles y ciertamente son personales. Más allá del conocimiento formal, frecuentemente es de la madre de quien aprendemos diversas actitudes hacia la vida. Victoria inculcó en sus hijos la responsabilidad y a “hacer las cosas bien”, lo mejor posible. La disciplina también fue un eje en la formación tanto de sus vástagos como de los estudiantes universitarios. Fomentó la universalidad y la sed de conocer y aprender, junto a ella sus hijos compartimos clases de música, de pintura, de francés, de yoga. Las mañanas eran para la química nuclear y las tardes para gozar con sus hijos los avances y recreaciones de la humanidad.

La química nuclear y la radiación de alta energía

Desde su reingreso a la actividad académica, Ma. Victoria Guasti se interesa por los efectos de la radiación proveniente de los radioisótopos. La experiencia de la reciente guerra así como el enorme avance tecnológico obtenido durante la década de los cincuenta, la motivan a buscar usos benéficos de la energía nuclear. Así, por ejemplo, sus primeros cursos incluyen la producción, separación y detección de radioisótopos y desarrollos actuales en química nuclear impartidos por el Instituto Nacional de Energía Nuclear (INEN) a principios de los años sesenta. Además, Ma. Victoria trabaja como química analítica en el laboratorio de cristalografía y participa en los proyectos de "Obtención de monocristales de LiF utilizando calentamiento por inducción", “Segregación de plata en monocristales de NaCl” y “Un método para obtener cristales de KI con impurezas en atmósfera controlada”. En 1966, la familia se traslada a la Universidad de Reading en el sur de Inglaterra. Durante esa estancia Ma. Victoria colabora con el Departamento de Química en el análisis cuantitativo por separación química de Na y K. A su regreso a México, en 1967, se reincorpora al INEN pero esta vez al Laboratorio de Aplicaciones Industriales y de la Radiación que se encuentra más cerca de sus intereses. En esos años trabaja en la obtención de carbón activado por métodos químicos o por irradiación con partículas nucleares a partir de ceniza negra (desecho de fábrica de papel de Peña Pobre) como materia prima. Simultáneamente comienza a explorar los efectos de la radiación sobre la determinación de aromáticos en un aceite normal.

Ma. Victoria Guasti habla varios idiomas. Como producto de la educación en su casa comprende italiano y ¡zapoteca! De hecho, la comunicación de su madre hacia ella y sus hermanos era en ese idioma aunque estaban obligados a responder en español. Posteriormente, en la escuela aprendió inglés. A principio de la década de los sesenta Ma. Victoria estudió francés en la Alianza Francesa de México. Completó los cursos básicos y tomó varios cursos de conversación. Además en esta época Ma. Victoria entusiasmó a su hija pequeña en las haditas, por este motivo participó en la agrupación “Guías de México” en donde llegó a ser Directora Regional.

En 1972 se incorpora como investigadora de tiempo completo al Centro de Estudios Nucleares de la UNAM. A lo largo de la década de los años setenta trabaja en el corazón de lo que será su brillante carrera académica: los efectos benéficos de las radiaciones. Así colabora en el desarrollo de los siguientes proyectos: (a) Preservación del durazno, la piña, la papaya, la tangerina, el melón y otras frutas por irradiación gamma; (b) Cambios físicos inducidos en pieles curtidas y sin curtir por radiaciones; (c) Cambios sufridos en los frijoles negro, rojo y bayo y en los aguacates "fuerte y Hass" irradiados con gamma para su preservación; (d) Determinación de la dosis mínima de irradiación para la destrucción de algunas bacterias patógenas en el calostro fresco; (e) Esterilización del aserrín de madera para ser usado como cama para los animales de laboratorio con radiación gamma; (f) Determinación de N protéico, vitaminas y aminoácidos y control microbiológico en un alimento irradiado con gamma para su uso en bioterios; (g) Esterilización de sangre-suero de cerdo para cultivo de tejidos; (h) Esterilización de dispositivos intrauterinos para el control de la fertilidad, e (i) Medicamentos marcados en el tratamiento de cisticercosis cerebral. De esos proyectos se deriva su participación en tres tesis de licenciatura, la publicación de 10 trabajos de investigación y la impartición de varias conferencias en foros nacionales y extranjeros. También en esos años colabora en la organización e impartición de conferencias en el programa de Ciencia para Niños que desarrolla la Sociedad Mexicana de Química. Dentro de ese programa ofrece las siguientes pláticas: Irradiación de frutas con rayos gamma, El hombre y los animales, La importancia del calostro de vaca y la leche y Pruebas de sabor y madurez en frutas tropicales no irradiadas.

La dualidad entre ciencia y familia

La dualidad científica – madre es tan fascinante y misteriosa como la dualidad partícula – onda. Estudiar la sublimación del talio y unas horas después hacer figuras de papel maché, las dosis de radiación y revisar la ortografía en las tareas de primaria, correr del experimento a la escuela, pensar en los enlaces de carbono y las teorías de maduración cerebral de los neonatos, ni qué decir de los contrapuntos durante la ciencia - adolescencia. Para rematar las fiestas en la casa eran memorables, sobre todo las cenas mexicanas, el 16 de septiembre, el 5 de mayo. Eso sí, la cocina se le encargaba a alguien más pues estaba en la banda prohibida, excepción honrosa era y es, el spaghetti.

En 1980, Ma. Victoria toma un período sabático durante el cual se actualiza, cursa varias materias en la Facultad de Química, en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS) y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ). Incansable, entusiasta y siempre con ganas de aprender estudia cursos en: química analítica, estadística aplicada a la química analítica, lineamientos generales para la planeación de experimentos y de protección radiológica. Además aprovecha su sabático para desarrollar un proyecto de investigación muy original que consiste en utilizar la irradiación gamma para elaborar una vacuna, es decir, inactivar al patógeno, en este caso Anaplasma marginale, con el uso de radiaciones. La aproximación se presenta con éxito en el Congreso de Parasitología en México y en el “Third International Meeting on Radiation Processing”, en Tokio, Japón y da lugar a una serie importante de comunicaciones.

Ilustración 2 - Aguacate sometido a disitntas dosis de radiación gamma. Centro de Estudios Nucleares - UNAM. QFB Ma. Victoria Guasti - circa 1973


A partir de 1981 diversifica su campo de trabajo y comienza una fructífera colaboración con otras dependencias de la UNAM y de fuera de ella como son el Instituto de Investigación de Materiales y el Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” que se prolongará hasta 1987, año de su jubilación. Dada su amplia experiencia en radiaciones colabora en proyectos tales como: “Estudios de las propiedades de los polímeros reticulados por radiación gamma para usarse como recubrimientos en las tuberías para uso geotérmico” y “Determinación de la vida media biológica del agua tritiada en pacientes hipertiroideos”. Por otro lado no descuida su intensa y fructífera colaboración con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM ni con el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares. Con estos trabaja fundamentalmente en procesos de esterilización de sueros inmunes para ser utilizados en la producción animal. Estas interacciones académicas se cristalizan en 13 productos de investigación entre presentaciones en congresos y publicaciones internacionales en las mejores revistas del área. En 1983 viaja a Lima Perú en donde realiza una amplia estancia que le permite identificar los problemas del desarrollo científico que se presentan en países latinoamericanos. En ese país presenta sus trabajos en diversos foros y participa en la impartición del curso regional de capacitación en irradiación de alimentos para países en desarrollo en América Latina.

Ciencia y conocimiento universal

Con base en sus cualidades sociales, en 1983-1984 colabora en el programa para facilitar la estancia a los Investigadores Visitantes en la División de Estudios de Posgrado del Centro Universitario de Profesores Visitantes. Posteriormente (de 1985 a 1986) trabaja en el Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia organizando e impartiendo conferencias. Adquiere un papel relevante en la difusión de la Ciencia que se refleja en el interés de los directivos de ese centro por que se incorpore a él de manera definitiva. Atraída por otros campos del desarrollo humano, Ma. Victoria Guasti se interesa por el estudio de la medicina alternativa e invita a varios y distinguidos miembros de la comunidad de médicos acupunturistas a impartir conferencias que acertadamente titula “En los límites de la Ciencia y alternativas en medicina". Además colabora en el desarrollo del programa "Grandes Maestros" recabando información de los pioneros científicos de México, visitando y entrevistando a maestros de varias dependencias de la UNAM, muchos de ellos conocidos de años. De 1986 a 1987 realiza una estancia sabática en la Dirección General de Intercambio Académico en el programa Especial de la Subdirección de Información y Sistemas. En ese periodo elabora el formato para la recopilación y revisión de datos de las dependencias científicas y humanísticas de la UNAM, analiza el material de los diferentes medios de difusión de la Dirección General de Intercambio Académico, y realiza un diagnóstico de los cuatro módulos que comprenden el sistema ARIES.

En 1987 decide jubilarse para dejar paso a una nueva generación de investigadores. Después de 25 años de servicio y de 36 años de haberse recibido quiere dedicar su vida a otras actividades. Retoma su interés por el arte, la cultura y la condición humana. De manera constante toma cursos en diversos temas en el Centro de Estudios para Extranjeros de la UNAM, cursos de psicología en UAM Xochimilco y la facultad de Psicología de la UNAM, historia de México en Filosofía y Letras y en el Chopo entre otros. Sus intereses son muy variados y versan de “Retablos dorados de la Nueva España” a “La participación de la Mujer en el Mundo Prehispánico”. Por otro lado aprovecha esos años para desarrollar su curiosidad por la jardinería que ha cultivado desde principios de la década de los sesenta. De hecho, este interés desemboca en la presidencia del “Club de jardinería del Pedregal de San Ángel”, cargo que desempeña con ahínco y alegría. Gran viajera, siempre interesada en otras culturas y formas de vida, recorre el mundo entero. Viaja frecuentemente a Europa con diferentes motivos: visitar a sus hijos o a sus nietos resididos allá o simplemente conocer otros horizontes. Maravillada por el mundo oriental va a Japón y a otros países del lejano oriente en varias ocasiones. En todas ellas descubre y disfruta nuevos aspectos. Su sed de sabiduría la lleva a interesarse por otras formas de vida, de religión y de estructura social, así explora la Masonería y la Gran Fraternidad Universal. Su entusiasta trabajo en esta última institución la lleva a adquirir el edificio de la sede mundial. Su enorme gusto por el arte la mantiene ocupada leyendo o asistiendo a múltiples eventos: la ópera y los muesos de arqueología son sus favoritos. Además, en distintas etapas desarrolla la actividad artística pintando y realizando escultura en madera y otros materiales. Al día de hoy continúa asistiendo a cursos en el CEPE – UNAM sobre historia de arte.


Ilustración 3 carátula de artículo de investigación sobre aplicacones médicas de la radiación nuclear.

Ma. Victoria ha sido excepcional para su época: estudió química y se dedicó al área nuclear en unos años en los que pocas mujeres participaban en la vida científica del país. Ejerció su profesión con entusiasmo y dedicación. Ha sido una madre ejemplar que cuidó no sólo de sus hijos pequeños sino que promovió que ellos se dedicaran a la investigación o la difusión del conocimiento. Manuel, es investigador de la UAM Iztapalapa, Alonso es investigador del Cinvestav en el área de farmacología conductual y Teresita es una exitosa directora de la Escuela de Inglés del Colegio Peninsular Rogers en Mérida, Yucatán. La devoción por sus hijos la ha llevado a cuidarlos y a procurarles mucho de su tiempo y dedicación. Ellos, en buena parte, han logrado su desarrollo personal y profesional gracias a ese empeño. Además, adora a sus nietos. Actualmente invierte un día en cuidar y jugar con sus dos nietas pequeñas. Ayuda así a su hijo y a su nuera a la que quiere y respeta por ser una mujer trabajadora y brillante investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Tiene por ella un particular aprecio ya que comprende todas las dificultades de una madre y una mujer para desarrollar ese tipo de actividad.

Hay siempre alguna cualidad especial que nos cautiva sobre los seres que amamos, esa cualidad en María Victoria Guasti es el arrojo, el no arredrarse ante la adversidad o lo poco común, ante lo desconocido y lo descomunal. Las científicas requieren de ese arrojo ante la frontera de la ciencia, ante el conocimiento que aún no lo es, ante la dualidad entre el modelo teórico y el experimento conclusivo, ante la vida que se gesta en sus vientres y que renace día a día en su corazón.


Alonso Fernández Guasti Manuel Fernández Guasti Junio 2008