Magas

De luz-wiki

Gabriela se levantó muy, pero muy temprano ese día. El güero llevaba si acaso un par de horas dormido, pues las tocadas siempre acababan tarde.

Ponerles Gabriela y Gabriel, que pesada losa para el más joven.

Aunque, pensándolo bien, de cualquier manera lo hubiera sido pues Gabriela, no solo deslumbraba por su belleza, sino por ser increíblemente perceptiva.

Si, yo también me quedo con lo que le dijo la marchanta juchiteca a Álvaro, lo tradicional es lo que nunca pasa de moda.

Solo con una o dos personas podría comparar a Gabriela, la maga de medio oriente. De aquellas latitudes por el linaje, pues se apellida Elías y por su piel aceitunada, color oliva madura de aquellas que se ven por doquier desde Grecia meridional hasta Siria pasando ineludiblemente por la bisagra geográfica de eurasia, Turquía.

La maga maga, es por supuesto la maga de Rocamadur, la maga de Cortázar y mejor la rayuela para ubicarla que hacer yo aqui un mal remedo de semblanza.

La otra maga es también uruguaya y por primera vez la vi a través de los ojos de mi hermano Alonso, mujer vidente que no bidente, como ella misma bien lo explica. Me fue claro su alcance perceptivo desde que supe de ella, pues como si tuviera un gps anclado en Alonso varias décadas antes de que existiesen, esperó con impaciencia a que Alonso, después de años de ausencia, viajara de Suecia a México y justo un par de minutos después de {al} cruzar nosotros el umbral de la casa de Victoria aun estando de pie en el rellano {vestíbulo} bajando las escaleras y como buscando donde nos sentaríamos para escuchar relatos y aventuras, sonó el teléfono y era ella buscando al compañero que añoraba desde el minuto cero después de su partida. {demasiados despueses e 'y' es} Las magas como las brujas o las gracias, siempre acaban sumando tres, la maga de medio oriente, la maga maga y la maga uruguaya.

En algo he sido impreciso y a propósito, la maga de medio oriente probablemente debería ser la maga jarocha o jaliciense, para ubicarla en sus orígenes natales como a las otras magas. A la maga uruguaya la he ubicado en Suecia sin decir si ahi sigue o mudo a otras tierras. La maga maga pues es difícil de asir aunque uno lea la rayuela en todas las secuencias posibles que es un número factorial bastante grande. Pero me preocupa que al leer estos relatos (quieran ustedes) a alguno de ustedes se le ocurra ir a buscar a las magas. Dado su magnetismo, no me extrañaría que aún con unas pocas señas fueran capaces de dar con ellas. Ya me imagino el rosario de coincidencias de; 'Me encontré un poblano en una florería de Nueva York' que resultó conocía a un pintor que me podía dar alojamiento. Éste último resultó ser amigo de una muchacha judía llamada Esther a la que tiempo después me presentó por casualidad y aunque ninguno de éstos personajes conocía a la maga, una vez que me cité con Esther en un suburbio para mi desconocido, vi a quien sin duda alguna, era la maga.' Imagine usted lector variantes miles y si se tratase de alguna de las magas, ninguna posibilidad sería inverosímil. No, eso no debe suceder, ellas están tranquilas donde están o debiera yo decir, están como están, y así deben permanecer sin ser molestadas.